Y no saber más de ti mientras el camino se estrecha con hojas y piedras de la vida que el viento y yo misma coloco.
Perderte poquito a poco cada día, mientras llora sola mi alma en un rincón de mi habitación.
Morir poquito a poco y seguir el sendero ignorando el ir i venir del destino, cuál falso amigo es.
Que muestra los logros de manera arrebatadora, gloriosa.
De igual manera la desgracia, tan fácil, rápido, sin tiempo siquiera de decir adiós.
Este humilde post va dedicado a Marco Simoncelli.
No conocía su existencia hasta hasta hace días cuando, desgraciadamente me enteré de su muerte.
Inexplicablemente una pena aguda se ha instalado en mi corazón, ver a un chico joven, tan lleno de vida y mucho camino que recorrer, en un abrir y cerrar de ojos pierde la vida.
Desde este pequeño espacio todas las condolencias y abrazos a los amigos y la familia y que la memoria de Simoncelli perdure por mucho tiempo.
El mundo está consternado pero una gran enseñanza nos deja su lamentable muerte.